Guía completa del procedimiento de regeneración ósea guiada (ROG) en implantología dental

Una técnica crucial en la implantología dental contemporánea es la regeneración ósea guiada (ROG), que permite a los dentistas sustituir el tejido óseo ausente o inadecuado. Esto permite colocar implantes dentales incluso en regiones con un volumen óseo inadecuado. La pérdida de hueso en la mandíbula puede restringir significativamente la colocación de implantes dentales, independientemente de la causa: pérdida de dientes, traumatismo o enfermedad periodontal. Para superar estos obstáculos, aumentar la tasa de éxito de los tratamientos con implantes dentales y mejorar los resultados de los pacientes, la ROG se ha convertido en una tecnología revolucionaria.

La idea de la regeneración ósea guiada, su funcionamiento, los tipos de materiales utilizados, la técnica real y las razones por las que es una herramienta crucial en la odontología contemporánea se tratarán en este extenso libro.


¿Qué es la regeneración ósea guiada?

Un procedimiento quirúrgico denominado regeneración ósea guiada (ROG) se utiliza para promover la formación de hueso nuevo en regiones donde se ha perdido hueso. Para insertar implantes dentales con éxito, suele ser necesario utilizar membranas de barrera para dirigir la regeneración del tejido óseo en la posición y forma adecuadas. Cuando no hay suficiente volumen óseo para insertar implantes y cuando se ha producido pérdida ósea en la región mandibular donde faltan dientes, se suele recurrir a la ROG.

Para impedir que tejidos no deseados, incluido el tejido blando de las encías, crezcan en el defecto a medida que el hueso se regenera, se aplica una membrana sobre la región del defecto durante la intervención quirúrgica. En la zona vacía puede crecer hueso nuevo, ya que la membrana sirve de barrera para preservar el tejido óseo regenerativo. Los implantes dentales pueden insertarse una vez que el hueso ha cicatrizado y crecido adecuadamente.


¿Por qué es necesario el GBR?

Se denomina reabsorción ósea al deterioro gradual de la estructura ósea local tras la pérdida de un diente. La mandíbula, que puede acortarse considerablemente tras la pérdida de un diente, es especialmente propensa a ello. En determinadas situaciones, la mandíbula puede no tener suficiente masa o calidad ósea para sostener un implante dental. Un implante que se fusione con el hueso y actúe como una raíz dental natural es difícil, si no imposible, de colocar sin hueso suficiente.

Al fomentar la formación de hueso nuevo en los lugares donde falta, la ROG ayuda a solucionar este problema. Con el fin de preparar los implantes dentales, el tratamiento permite reparar la estructura ósea. Suele administrarse a personas que han sufrido una pérdida ósea grave debido a:

Extracción de un diente: El hueso circundante puede empezar a deteriorarse y encogerse una vez extraído un diente.
Enfermedad periodontal: La pérdida de hueso en la mandíbula puede ser consecuencia de una enfermedad de las encías.
Traumatismos o lesiones: La pérdida de hueso en las proximidades de un diente ausente puede ser consecuencia de un traumatismo facial.
Defectos congénitos: Los factores genéticos pueden hacer que ciertas personas tengan un volumen óseo inadecuado.

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El procedimiento de regeneración ósea guiada

Normalmente, el proceso GBR consta de unos pocos componentes esenciales. A continuación se resume el procedimiento habitual:

  1. Consulta y evaluación
    La salud dental del paciente, el grado de pérdida ósea y si la ROG es la mejor opción serán evaluados por el dentista o el cirujano oral antes del tratamiento. La estructura ósea y la región del defecto se evalúan mediante métodos de imagen como radiografías o escáneres 3D (CBCT).

Además, el cirujano buscará cualquier problema subyacente que pueda interferir en el proceso de cicatrización, como infecciones o enfermedades de las encías. Una vez finalizada la evaluación, se creará un plan de tratamiento para satisfacer las necesidades específicas del paciente.

  1. Incisión y anestesia
    Para adormecer la región mandibular en la que se va a producir la regeneración, el paciente suele recibir anestesia local durante el tratamiento. Dependiendo del nivel de comodidad del paciente o de la complejidad del caso, en algunas situaciones puede emplearse sedación o anestesia general.

Tras anestesiar la zona, el cirujano oral llegará al hueso subyacente haciendo una pequeña incisión en el tejido gingival. Para minimizar las cicatrices evidentes, la incisión suele hacerse a lo largo de la línea de las encías.

  1. Posicionamiento de la membrana
    El uso de una membrana es esencial para el proceso de ROG. Mientras el hueso cicatriza, la membrana sirve de barrera para mantener los tejidos blandos fuera del defecto óseo. Los siguientes tipos de membrana son los más utilizados en la ROG:

Las membranas reabsorbibles se componen de sustancias que, con el tiempo, se descomponen y son absorbidas por el organismo. Una vez finalizado el proceso de cicatrización, no es necesario retirarlas.
Membranas no reabsorbibles: Estas membranas están compuestas de polímeros sintéticos o malla de titanio. Hasta que un segundo tratamiento las retira, permanecen en su sitio.
Una vez que la membrana se ha colocado correctamente sobre el defecto óseo, a veces pueden utilizarse más materiales de injerto óseo para ayudar en el proceso de cicatrización. Estos materiales de injerto pueden proceder de diversas fuentes, como:

En los autoinjertos se utiliza hueso del propio cuerpo del paciente.
En los aloinjertos se utiliza hueso de un donante (normalmente cadavérico).
Xenoinjertos: Huesos de animales, generalmente de vacas.
Aloplastos: Reemplazos óseos artificiales.

  1. Injerto óseo, si es necesario
    El cirujano oral también puede utilizar injertos óseos junto con la membrana para promover la regeneración ósea en situaciones en las que se ha producido una pérdida sustancial de hueso. Las nuevas células óseas pueden crecer sobre la estructura que estos trasplantes ayudan a establecer.
  2. Curación y sutura
    Tras la colocación de la membrana y el material de injerto óseo, el cirujano suturará meticulosamente la incisión. Aunque el proceso de cicatrización comienza de inmediato, es posible que el hueso no se repare totalmente hasta pasados varios meses. Para lograr una cicatrización adecuada durante este tiempo, el paciente debe seguir las pautas de cuidados postoperatorios del cirujano.
  3. Colocación de implantes y seguimiento
    Tras la fase de cicatrización, que suele durar de cuatro a seis meses, el cirujano evaluará el hueso recién desarrollado para ver si es lo suficientemente fuerte como para sostener un implante dental. El implante podrá insertarse en el hueso regenerado cuando éste haya cicatrizado y se haya integrado.
  4. Reparación completa
    La corona o el diente protésico, la última restauración, puede colocarse sobre el implante una vez que éste se haya insertado y asimilado en el hueso. Después de esto, el paciente puede disfrutar de una reparación dental completamente funcional y bonita.

Ventajas de la regeneración ósea guiada

El proceso GBR tiene varias ventajas, tanto para los pacientes como para los dentistas:

  • Restauración de la estructura ósea: GBR permite reponer el hueso faltante, necesario para que los implantes dentales se coloquen con éxito.
  • Mínimamente invasiva: La técnica es mínimamente invasiva, ya que utiliza pequeñas incisiones y a menudo sólo requiere una visita quirúrgica.
  • Aumento de la tasa de éxito de los implantes: GBR aumenta la probabilidad de éxito de la operación de implante dental mediante el crecimiento de hueso en lugares que carecen de él.
  • Resultados a lo largo del tiempo: Los beneficios pueden permanecer durante muchos años tras la colocación del implante y la cicatrización del hueso, ofreciendo un remedio duradero y permanente para la pérdida de dientes.


Cuidados postoperatorios y curación

La fase de cicatrización tras la operación de RGE es esencial para la eficacia del tratamiento. Los pacientes deben seguir las pautas de cuidados postoperatorios que les haya dado su cirujano, que suelen consistir en:

  • Masticar en la región tratada y evitar los alimentos duros.
  • mantener la limpieza para evitar infecciones.
  • tomar analgésicos según las indicaciones necesarias.
  • hacer un seguimiento de la recuperación acudiendo a las visitas de seguimiento.


Conclusión

La regeneración ósea guiada, una técnica crucial en la odontología contemporánea, permite a los dentistas reponer el hueso perdido y preparar la mandíbula para colocar con éxito un implante. Los implantes dentales son ahora beneficiosos para las personas con escasez de hueso, especialmente en regiones donde ha habido una pérdida ósea sustancial, gracias a GBR. El proceso ha transformado la implantología dental al ofrecer a las personas que han perdido dientes una forma fiable y eficaz de restaurar tanto la función como el aspecto.

Hable con su dentista o cirujano oral sobre la posibilidad de someterse a una intervención de regeneración ósea guiada si está pensando en colocarse un implante dental pero le preocupa la pérdida de hueso. La ROG puede ayudarle a recuperar su sonrisa y mejorar su salud oral general con el plan de tratamiento adecuado.

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